Hoy me gustaría hablarles de un tema que levemente se trató en el primer seminario. Voy habla de él ya lo considero muy importante. Estoy hablando de las medidas políticas de discriminación positiva. Me parece importante dado que actualmente nos encontramos con un número bastante alto de ellas y no estoy de acuerdo con la existencia de las mismas. Pienso que la discriminación
positiva tiene como base una desigualdad de oportunidades, la cual queda “tapada” gracias a ella, pero no por ello erradicada.
Me gustaría ejemplificar esta idea citando una de las numerosas medidas políticas de discriminación positiva que poseemos los minusválidos. Concretamente estoy haciendo referencia al no tener que pagar la matriculación universitaria. En la España actual, la cual teórica e idílicamente, aboga por la igualdad en diferencia, los minusválidos no pagamos matrícula. Da igual que seas la persona mas rica del mundo, si eres minusválido no pagas. De esta forma pretenden compensar las barreras que este colectivo tiende a tener cuando pretende ir a la universidad: nula o deficiente adaptación de los transportes públicos, aulas, pasillos, aseos... Así como premiar y compensar la mayor dificultad que tenemos estas personas para llegar a la universidad debido a las barreras sociales y arquitectónicas. Y de igual fomentar la inserción sociolaboral de los minusválidos.
Pienso que la solución a todas estas trabas que nos encontramos este colectivo para poder acceder y realizar los estudios universitarios no es dejarnos gratis la matriculación sino eliminar dichas trabas mediante la eliminación de barreras arquitectónicas y la educación para que así podamos tener las mismas oportunidades que el resto de personas que quieran cursar estudios universitarios.
No obstante no me gustaría limitarnos sólo a esta discriminación positiva ya que existen muchas, por ello, voy a citar brevemente alguna de ellas: un tanto por ciento de plazas laborales reservadas para minusválidos, descuentos para minusválidos en determinadas zonas de ocio, un determinado número de plazas políticas reservadas para mujeres, descuentos en algunas zonas de ocio, especialmente discotecas, para mujeres, descuentos en determinadas ocasiones para hombres en actividades relacionadas con deportes culturalmente asociados a las mujeres, tal y como la danza o el patinaje artístico...
Considero que con las medidas de discriminación positiva conseguimos una solución mas rápida al problema pero no erradicarlo. Por ello no estoy en absoluto de acuerdo con ellas. No estoy a favor de soluciones superficiales que, desde mi punto de vista, sirven para callar bocas, ocultar la realidad, contentar a la población y de paso, como no, crear una buena imagen política. Yo apuesto por soluciones de verdad. Sin más, agradecer vuestra lectura.

Me gustaría ejemplificar esta idea citando una de las numerosas medidas políticas de discriminación positiva que poseemos los minusválidos. Concretamente estoy haciendo referencia al no tener que pagar la matriculación universitaria. En la España actual, la cual teórica e idílicamente, aboga por la igualdad en diferencia, los minusválidos no pagamos matrícula. Da igual que seas la persona mas rica del mundo, si eres minusválido no pagas. De esta forma pretenden compensar las barreras que este colectivo tiende a tener cuando pretende ir a la universidad: nula o deficiente adaptación de los transportes públicos, aulas, pasillos, aseos... Así como premiar y compensar la mayor dificultad que tenemos estas personas para llegar a la universidad debido a las barreras sociales y arquitectónicas. Y de igual fomentar la inserción sociolaboral de los minusválidos.
Pienso que la solución a todas estas trabas que nos encontramos este colectivo para poder acceder y realizar los estudios universitarios no es dejarnos gratis la matriculación sino eliminar dichas trabas mediante la eliminación de barreras arquitectónicas y la educación para que así podamos tener las mismas oportunidades que el resto de personas que quieran cursar estudios universitarios.
No obstante no me gustaría limitarnos sólo a esta discriminación positiva ya que existen muchas, por ello, voy a citar brevemente alguna de ellas: un tanto por ciento de plazas laborales reservadas para minusválidos, descuentos para minusválidos en determinadas zonas de ocio, un determinado número de plazas políticas reservadas para mujeres, descuentos en algunas zonas de ocio, especialmente discotecas, para mujeres, descuentos en determinadas ocasiones para hombres en actividades relacionadas con deportes culturalmente asociados a las mujeres, tal y como la danza o el patinaje artístico...
Considero que con las medidas de discriminación positiva conseguimos una solución mas rápida al problema pero no erradicarlo. Por ello no estoy en absoluto de acuerdo con ellas. No estoy a favor de soluciones superficiales que, desde mi punto de vista, sirven para callar bocas, ocultar la realidad, contentar a la población y de paso, como no, crear una buena imagen política. Yo apuesto por soluciones de verdad. Sin más, agradecer vuestra lectura.
2 comentarios:
Completamente de acuerdo. Es el eterno problema. Como no somos capaces de atajar la realidad de las diferencias, aportamos medidas que nada tienen que ver con el hecho real de ser diferente. Lo pones muy bien de manifiesto con los accesos al campus que son inutilmente sustituidos por una matrícula gratis.
A grosomodo es tan simple como tener hambre y que te den una pelota.
En el caso de las medidas feministas se ve muy claro. No terminamos de erradicar la violencia contra las mujeres por el hecho de serlo (mujeres), pero decimos miembras y los semaforos van a tener figuras con falda. Si cada semaforo con falda evitara una paliza, viva los semáforos con falda, pero nada tiene que ver la medida con la necesidad.
Por supuesto que si, además, con eso, sólo se consigue caer en un estereotipo y ayudar a limitar el uso de una ropa u otra en función del sexo de la persona. ¡¡Muchas gracias por tu comentario!!
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