Ella es así

Hay gente que siempre tiene su compañía. Hay gente que no sabe lo que es tenerla cerca. Hay gente que a veces la poseen y a veces carecen de ella. Ella es así a veces está, a veces no. En situaciones en las cuales se anhela hay veces que aparece, sin embargo otras se niega a dejar ver ni si quiera su simple sombra. Hay personas a las que siempre acompaña y hay otras que nunca ha querido acompañar. Ella es así de caprichosa. También es poderosa. Es la más poderosa. Cuando está presente influye en muchos aspectos, cuando no está también. Ella es la reina, la directora, la jefa del mundo. Si ella no está deja de existir todo lo bello. Es de quien, en última instancia, depende todo. Todo.

Hay personas que desde que nacieron fueron unidas a ella indisolublemente, normalmente estas personas la valoran menos, no saben lo que se llega a sentir cuando no está presente. Sin embargo no siempre es así, hay personas que aún habiéndola tenido de fiel compañera durante toda su vida saben valorarla realmente, éstas son las menos, pero existen. También hay personas que no creen en ella. Prefieren pensar que todo está bajo su control y obvian inútilmente su poder. Pero da igual que creas en ella o no, da igual que la desees o no, que la odies o que quisieras que te acompañe con todas tus fuerzas, da igual, sea como sea ella siempre va a dominar el mundo y va a hacer y deshacer lo que le da la gana. Tiene el poder, todo el poder. Ella es injusta como la que más. Es fría e insensible. No entiende de derechos, de ilusiones, no entiende de nada. Es así, espontánea, incontrolada, arbitraria. Injustificada, ilógica, incoherente. Ella es capaz de proporcionar las mayores alegrías, así como las mayores penas. Ella es el ser más bueno sobre la faz de la tierra, así como el ser más cruel que pueda existir. No existe ninguna regla para intentar controlarla, para intentar manejarla, lo único que está en nuestras manos es sacar el mayor partido de ella: intentar hacerle frente con nuestros actos cuando no está e intentar exprimir hasta la última gota de su jugo cuando está. Intentar que con su presencia, sea frecuente o no, nos haga llorar de felicidad, nos haga conocer el verdadero sentido del verbo gozar.